Qxm: una solución a la informalidad en la contratación de servicios

12 de Marzo, 2021

 

Dan Nativ ideó una plataforma para mejorar la relación entre los proveedores de servicios y sus clientes, pero, sobre todo, creó un sistema abierto para presupuestar servicios de manera transparente.

Cuando era chico, Dan Nativ llevaba siempre un cuaderno al que llamaba el “librito de ideas” en el que anotaba todo lo que se le ocurría para hacer y salir adelante económicamente. “Emprendo desde muy chico, el ejemplo más claro es que mi mamá me cuenta que nunca me tuvo que comprar un juguete porque me los hacía solo”, destaca Dan. Todas las ideas que anotaba también tenían un objetivo social: ayudar. “Siempre me atravesaron los temas sociales, por haberlos vivido”, reconoce y resalta que, en su infancia, muchas veces tuvo que elegir si ese día iba a almorzar o cenar.

Un día, en una especie de “mundial de ideas”, Dan “hizo competir” todas las propuestas que había anotado hasta llegar a la que lo llevó a ser elegido como Yunus & Youth Fellow: Qxm, una plataforma que busca solucionar la contratación de servicios, desde los requeridos para el hogar, como plomería, herrería y albañilería hasta otros como los relacionados al sector automotor, el cuidado de las mascotas o hasta servicios de belleza.

La idea surgió hace ocho años y medio cuando ayudó a un amigo a instalar un lavarropas en su casa. “Me contó que había llamado a tres plomeros que le pasaron tres presupuestos totalmente distintos... Y él siempre me dice que en ese momento me quedé callado. Lo que pasó fue que me quedé pensando en el tema, volví a mi casa, me senté con el cuaderno y empecé a anotar todas preguntas que se me venían a la cabeza y a buscar en Internet lo que había y en ese momento todavía no había nada parecido”, cuenta.

Qxm funciona como un punto de encuentro entre las dos partes: el cliente y el prestador del servicio. Pero el diferencial está en que el trabajador presupuesta de manera abierta y transparente. “Esto generó mucho ruido, pero lo abrimos porque de esta manera permitimos que el mercado se empiece a regular y por sobre todo se empiecen a dar parámetros de precios”, explica y agrega: “Si necesitas comprar un producto entrás a varios sitios y podés encontrar un valor de referencia, un máximo y un mínimo, pero si yo te pregunto cuánto vale pintar una pared, es casi imposible que lo sepas. Nosotros entendemos que la antigüedad, la experiencia del trabajador o la calidad de su trabajo haga que un servicio sea más caro que otro, pero un trabajo no se puede encarecer un 1.000%”.

Qxm también ofrece cursos y capacitaciones para los prestadores de servicios, con foco en educación financiera, armado de carta de presentación y oratoria. “Articulamos a los trabajadores con entes, universidades, ministerios o fundaciones que estén dando capacitaciones de habilidades blandas y también hacemos capacitaciones de habilidades duras para que puedan mejorar y para que puedan duplicar o triplicar los rubros que cubren”, explica.

“Lo que pudimos confirmar es que el cliente con esto del mercado abierto y con presupuestos claros termina ahorrando, dependiendo mucho la categoría, hasta un 40%. En paralelo, el trabajador consigue muchos más clientes sin cobrar menos de lo que debería cobrar”, asegura Dan. Hoy, el equipo está formado por 12 personas que trabajan part-time y de manera freelance. “Algunos pueden dedicar más tiempo, otros menos, siempre la premisa fue esa: dedícale el tiempo que puedas, mientras que le sirva a Qxm”, aclara Dan.

“Lo que me gustó del Fellowship de Yunus & Youth fue que era la primera vez que el programa se hacía en Latinoamérica y que era un programa pensado para empresas sociales, todo lo que encontraba en relación a resolver problemáticas sociales reales iba muy apuntado a ONGs, a fundaciones que necesitaban recibir aportes. Y eso no es lo mismo que ser una empresa”, explica sobre el programa que se propuso aprovechar al máximo: “Desde el día uno me propuse tratar de sacar el máximo provecho. Tuve conversaciones individuales con la mayoría de los Y&Y Fellows que participan del programa porque me parece que ahí es donde está el mayor de los provechos”, afirma.

Por otro lado, están los mentores con quienes está trabajando en los próximos pasos: un relanzamiento de marca con una versión beta del sitio y la búsqueda de inversores. “Estoy muy contento con los que nos tocaron porque están comprometidos. Probablemente ellos no lo recuerden, pero en la primera reunión que tuvimos me dijeron ‘a partir de ahora somos un equipo’ y puede sonar un poco cursi, pero poder tener un equipo con dos personas que la tienen muy clara, con uno que es director y otro que está como cabeza de un departamento muy importante en una empresa como Google, es muy importante”, asegura.

Desde la creación de su cuaderno de ideas a hoy, Dan siempre tuvo en claro que lo más importante para triunfar como emprendedor social es el propósito: “Me parece que cuanto más claro uno tiene ese propósito, cuanto más claro sea el por qué de esta idea, lo otro va saliendo solo. También diría que siempre es importante estar rodeado de gente que nos quiera, que nos sirva como ancla, gente que sume, que nos apoye y que nos acompañe, porque siempre lo necesitamos”, concluye.

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